La evolución de Android de un tiempo a esta parte ha sido tal que ha llegado a superar incluso a otros sistemas operativos como iOS o Windows Phone en aspectos como la fluidez, la autonomía o la gestión de las aplicaciones almacenadas en segundo plano. Sin embargo, esto no ha sido siempre así, pues hace tan solo unos años teníamos que recurrir a soluciones de terceros para igualar los aspectos anteriormente mencionados con los de la competencia. Una de estas soluciones resultaba ser la de instalar Custom ROMs, las cuales mejoraban – y mejoran – la mayoría de parámetros del sistema de forma sustancial.
La Revista de Pro Android – Número 9 (diciembre 2017)
Llegados a este punto, resulta necesario preguntarse si merece la pena instalar una ROM personalizada en nuestro dispositivo móvil. No obstante, esto depende de las necesidades y exigencias de cada usuario, así como del dispositivo y las capacidades de éste. Conozcamos los puntos a tener en cuenta a continuación.
Instalar una Custom ROM o no, he ahí la cuestión
Hace algún tiempo, instalar una versión modificada del sistema en nuestro smartphone o tablet era tan necesario como el agua de mayo. Esto se debía al bajo rendimiento y a las nulas opciones de personalización y modificación que admitían las primeras versiones de Android, entre otras cosas.
No obstante, y como ya hemos mencionado al principio de este artículo, la evolución de Android ha sido tan notable que la mayoría de las carencias del sistema han sido solventadas en gran medida. Asimismo, las posibilidades que ofrece son mucho más amplias que las presentadas tiempo atrás. Esto no quiere decir que las ROMs personalizadas no sean necesarias a día de hoy; y es que la libertad proporcionada por el propio sistema del androide verde nos permite disfrutar de tantas experiencias como números existen. Gracias a esto, podemos disfrutar de versiones de MIUI en smartphones que no son Xiaomi, así como justo lo contrario, disponer de una versión limpia de Android en smartphones con forks y capas de personalización.
Por otra parte, debemos de tener en cuenta que todas las versiones del sistema parten de una misma base: Android AOSP. Traducido al humano quiere decir que todas las instalaciones basadas en éste disfrutarán de las ventajas del propio núcleo de Android, con todas las novedades implementadas en las respectivas versiones. Es por ello por lo que la mayoría de capas y versiones del sistema obtienen una experiencia similar, obviando las múltiples optimizaciones de los distintos fabricantes, como la gestión de la batería en MIUI o el tratamiento de las fotografías en Samsung.
En base a esto último, cabe preguntarse si realmente merece la pena instalar una Custom ROM en un dispositivo con Android teniendo en cuenta los factores que acabamos de ver. En el caso de que busquemos una experiencia en concreto de alguna versión, aplicación u optimización de cierta capa o software de algún fabricante, os recomendamos su instalación en el dispositivo deseado. Por el contrario, si lo que buscamos es una mejora drástica en funcionalidades o rendimiento del sistema, lo más recomendable es permanecer con la versión de fábrica del terminal. A fin de cuentas, casi todas las versiones de Android están a la par en la mayoría de aspectos.
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