La pregunta más repetida tanto por usuarios de tecnología móvil como de escritorio. Desde la popularización de los smartphones, el interés de los consumidores por este componente en especifico ha provocado que la mayoría de marcas depositen todos sus esfuerzos en los procesadores, desvirtuando por completo el concepto del mismo debido a las distintas campañas de marketing. Es por ello por lo que toca plantearse si son mejores los procesadores con más núcleos, tanto en smartphones como en ordenadores.
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De un tiempo a esta parte, los fabricantes de telefonía móvil han ido integrando en sus smartphones procesadores con más núcleos, llegando a superar incluso a los existentes en plataformas de escritorio. ¿Influirán en la potencia de éstos? Seguid leyendo para conocer la respuesta.
¿Es mejor un procesador de ocho núcleos que de cuatro?
Antes de responder la pregunta que acabamos de plantear, es necesario hacer una división de conceptos entre potencia de proceso y eficiencia energética. Ambos son igual de importantes, y la mayoría de veces suelen venir de la mano.
La potencia de proceso viene definida por la frecuencia del núcleo en cuestión, mientras que la eficiencia energética depende de los nanómetros del mismo. Cuando se quiere mejorar ésta última, se suele reducir la potencia de proceso para evitar un mayor consumo del procesador. Y es precisamente ahí donde entran los procesadores de ocho núcleos.
La inclusión de otros cuatro núcleos para conformar un procesador de ocho es recurrente para mejorar la solvencia en lo que se refiere al apartado energético, con tecnologías como la ya conocida big.LITTLE, la cual basa su funcionamiento en dedicar una serie de núcleos a las tareas más pesadas y el restante a tareas de uso livianas. Esto no quiere decir que los procesadores con más núcleos sean más eficientes per se, pues los conformados por dos o cuatro suelen disponer de núcleos con menor frecuencia o nanómetros de fabricación.
En lo que a términos de potencia se refiere, y como ya hemos mencionado anteriormente, depende casi íntegramente de la frecuencia de reloj de cada núcleo, si bien los distintos avances en los últimos años en el sector de los procesadores han provocado que éstas no deban de ser tan altas para aumentar la potencia de los mismos. Es por ello por lo que a la hora de entrar a valorar tanto la eficiencia energética de un procesador como su potencia, conviene tener ambos aspectos en cuenta.
Entonces, ¿son o no mejores?
A la pregunta de si son mejores los procesadores con más núcleos, la respuesta es clara: no. Tanto en términos de potencia como de eficiencia energética, los factores que acabamos de mencionar son determinantes para definir si un procesador es mejor que otro. Esto, sumado a que la mayoría de aplicaciones y programas – que no juegos y software con contenido gráfico – hacen uso de un solo núcleo y a que la totalidad de los mismos no entran en funcionamiento a la vez en la mayoría de ocasiones, da más sentido a la afirmación anterior.
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