Análisis del LG G8X ThinQ, el teléfono con dos pantallas que soñó ser un plegable

Quelian Sanz

29 noviembre, 2019

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En 2019 hemos visto muchos diseños extraños en smartphones de todas las marcas. Los móviles plegables han comenzado a llegar y las pantallas han sufrido cambios drásticos en algunas marcas. Hoy estamos aquí por el análisis del LG G8x ThinQ, un smartphone con un nombre muy largo que llega para intentar conquistar parte del mercado de gama alta. Sí, lo primero que debes saber es que es un gama alta, que rinde como un gama alta y que cuesta como un gama alta. Pero esto no es lo más interesante del dispositivo, ya que este LG G8x trae en la caja uno de los accesorios más interesantes y llamativos de todo 2019.

Es posible que hayas visto noticias y fotografías sobre este dispositivo en Internet. También es posible que te hayas preguntado si realmente merece la pena comprar este terminal por su segunda pantalla. Después de pasar varios días probándolo os contamos nuestra experiencia en el día a día. Comencemos…

Un diseño muy cuidado con el extra de la doble pantalla

Ya en el primer punto debemos hablar sobre la doble pantalla. La buena noticia, y algo que nos ha gustado mucho es, que el diseño del dispositivo no está condicionado por el accesorio de la doble pantalla. LG ha creado un móvil con un diseño cuidado y ha adaptado la funda a este diseño. Esto significa que cuando no quieras depender de la doble pantalla tendrás en tu mano un móvil normal y corriente.

La compañía ha tirado por lo clásico: metal y cristal para el cuerpo, una pantalla con notch bien aprovechada, sensor de huellas bajo la pantalla y una cámara pequeña muy bien diseñada. Es de los pocos dispositivos del mercado que no tienen protuberancia en los sensores de la cámara: están al mismo nivel que el resto del cristal.

La parte trasera es de cristal pulido y es algo más resbaladiza de lo que nos gustaría. Además, las huellas se dejan ver a los pocos segundos de coger el terminal. La curva de su cristal trasero lo hace cómodo de sostener y su peso no es excesivo a pesar de su gran tamaño. 192 gramos para un terminal de 6,4 pulgadas creemos que es más que correcto.

La parte frontal aloja una gran pantalla bien aprovechada y plana. Su notch es pequeño, aunque hay un bisel en la parte superior que no nos acaba de convencer. Nos hubiese gustado que este bisel superior fuese más delgado, pues da la impresión de que el notch está forzado y no es realmente necesario.

El diseño del LG G8x es uno de los más sencillos de toda la gama alta, pero nos deja con un muy buen sabor de boca. Tiene un buen tamaño y cuenta con todo lo necesario para el día a día. No solo podemos disfrutar de un USB C, también incluye un jack para auriculares (incluidos en la caja) y un botón para despertar a Google Assistant en la parte izquierda.

Es un dispositivo que estéticamente puede gustar a casi todos los usuarios, pues está muy bien fabricado y cuenta con todo lo que puedes esperar de un dispositivo de este calibre.

La doble pantalla, un accesorio que no nos acaba de convencer

La doble pantalla de este dispositivo está incluida en la caja y no se vende por separado. El mejor ejemplo para entender esta pantalla es hacerse a la idea de estar ante una funda con tapa que en la zona interior tiene otra pantalla extra. Cuando abres dicha funda se activan las dos pantallas y puedes disfrutar de dos paneles de 6,4 pulgadas.

¿Realmente es útil y tiene sentido? Pues nosotros creemos que no. Esta pantalla tiene dos funciones principales: tener dos aplicaciones abiertas a la vez e interactuar con ambas o jugar y utilizarla de gamepad.

En el primer caso puedes abrir Twitter y WhatsApp, YouTube e Instagram o cualquier aplicación que quieras. Puedes interactuar con ellas de forma independiente y que ambas están abiertas a la vez. También puedes girar el dispositivo y utilizar un de las pantallas como teclado horizontal y grande, aunque no es tan cómodo como puede parecer.

Solo algunos usuarios encontrarán útil esta forma de utilizar un móvil Android con dos pantallas, por lo que solo se la podemos recomendar a ellos.

¿Para jugar es interesante? Pues puede sonar muy bien tener dos pantallas para que una haga de gamepad y así tener la visión completa del juego en la otra pantalla. La realidad es que sigue tratándose de una pantalla táctil y por lo tanto, los controles siguen siendo táctiles. Encontramos que un gamepad físico es considerablemente mejor para jugar a casi cualquier juego y ofrece una mejor experiencia que esta doble pantalla.

La pantalla extra cuenta con varias funciones, diferentes gamepads para jugar y la opción de llevártela a cualquier sitio gracias a su forma de funda. La realidad es que nosotros hemos utilizado este accesorio solo para probarlo y no nos ha despertado la necesidad de volver a utilizarlo a la hora de jugar o cualquier otra acción.

Pero bueno, es gratis, ¿cuál es el problema? El problema es que si quieres el LG G8x no lo puedes comprar sin esta pantalla extra y en Pro Android creemos que infla el precio del dispositivo para acabar ofreciendo algo que no es del todo interesante o útil para el usuario. ¿Qué porcentaje del precio corresponde a esta pantalla? ¿100? ¿150 euros?

Preferiríamos que el dispositivo tuviese un coste menor y no la incluyese. Eso sí, entendemos que este dispositivo se haya querido centrar en los usuarios que sí harán uso de esta doble pantalla.

Una pantalla sencilla con todo lo que puedes esperar

De un gama alta actual puedes esperar que su pantalla ofrezca una muy buena calidad. El panel de este LG G8x es OLED y de 6,4 pulgadas. Cuenta con HDR10 y DCI-P3 100%, lo que asegura que su rango de colores es de los mejores que hay actualmente en el mercado. Sus blancos son bastante puros, aunque deberás ir hasta los ajustes de pantalla para seleccionar un modo fijo. El automático que viene por defecto ofrece unos blancos algo amarillentos. Nada que no se pueda arreglar con un par de retoques desde los ajustes.

El tamaño de su pantalla es bastante grande y no está hecha para llegar a todos los puntos con una sola mano. Tampoco si tienes las manos grandes. Si quieres desplegar la barra de notificaciones con una sola mano tendrás que hacer malabares y deslizar el dispositivo por tu mano, algo que no te recomendamos hacer sin una funda, pues el dispositivo resbala bastante.

Las esquinas están redondeadas y el formato que ha elegido LG no nos ha gustado demasiado. La curva no enlaza a la perfección con el bisel plano y hay un pequeño ángulo que se nota si te fijas. Puede que sea inapreciable para la mayoría de usuarios, pero nosotros lo hemos notado.

Los colores del panel son fieles y contentará a la mayoría de usuarios para ver películas, utilizar aplicaciones o ver YouTube. Es un panel correcto que quizá podría necesitar algo más de resolución dado su tamaño. La pantalla es 1080p y si te fijas muy de cerca puedes pensar que sí, que necesita un poco más de resolución.

Si hablamos del brillo debemos criticar ligeramente la gestión del mismo. Es un panel brillante, pero que debe disfrutarse con un porcentaje más bien alto de brillo. En casi todo nuestro análisis hemos rondado el 75/80%. No es algo malo, pero debes tener en cuenta que si utilizas el móvil en exteriores deberás subir el brillo bastante para poder tener una experiencia de calidad.

Cerramos el punto de la pantalla con algo que nos ha encantado: su tactilidad. No sabemos si LG ha utilizado alguna tecnología especial, pero este dispositivo tiene un panel que responde mejor de lo que esperas a tus dedos. Podemos asegurarte que no tendrás problemas con este apartado y que todas las veces que pulses quedarán reflejadas.

Un rendimiento excelente que no llega a ser perfecto

Tenemos poco que decir del rendimiento de este LG G8x. Cuenta con un procesador Qualcomm Snapdragon 855 y 6 GB de RAM. Todo lo que le quieras hacer lo podrás hacer con el terminal. Puedes jugar, abrir todo tipo de aplicaciones y todo sin un exceso de calor notable en el dispositivo. En general, cuenta con la experiencia que puedes esperar de un gama alta a la hora de correr aplicaciones.

Eso sí, no podemos dejar el apartado del rendimiento sin hablar de la capa de personalización de LG. Si la experiencia con este dispositivo no es perfecta es por culpa de dicha capa. Creemos que es una de las pero optimizadas del mercado y da fallos que no deberíamos ver en terminales de este tipo. Algunas veces tarda en mostrar algunos menús, se queda congelada de vez en cuando y no cuenta con un diseño demasiado atractivo.

Si nos preguntáis qué le hace falta a este LG para tener una de las mejores experiencias de todo el mercado nosotros te respondemos que Android Stock. Este LG G8x y todos los terminales de gama alta de LG ganarían muchísimo si optaran por ofrecer Android Stock en vez de LG UX.

Eso sí, tampoco esperamos que pienses que la experiencia con el terminal es mala, ni mucho menos. Simplemente que cuenta con el mejor hardware posible y un software que muchas veces lastra la experiencia de usuario.

Una doble cámara sencilla y con las cosas claras

Si echamos un vistazo rápido a la gama alta actual hay pocos dispositivos con una doble cámara trasera. Casi todos han dado el salto a la triple cámara o incluso a los 4 sensores. Este LG G8x es de los pocos que apuesta por una configuración sencilla: sensor principal + gran angular. Fue la compañía la encargada de poner de moda este sensor tan interesante para hacer fotografías a paisajes o edificios.

Tras cientos de fotografías con este dispositivo nos queda una cosa clara: cuenta con mucha calidad, pero no compite por un puesto de primera línea. El sensor principal es capaz de hacer las cosas bien cuando se enfrenta a situaciones buenas de luz, incluso cumple cuando estamos en interiores. La calidad es buena y el rango dinámico de este sensor se comporta bien. Hemos conseguido fotografías bastante buenas, aunque no siempre son comparables a las de otros gama alta que sí destacan mucho más en fotografía. Echamos de menos un zoom óptico, pues cuando utilizamos el digital la calidad baja considerablemente.

Si pasamos al sensor gran angular de 13 megapíxeles empezamos a notar los problemas si la situación no es lo suficientemente buena. En interiores sufre bastante y es notable la presencia de ruido en la fotografía. Esto también ocurre cuando realizamos fotografías nocturnas con este sensor. Su apertura f/2.4 ya lo avecina en las especificaciones y nuestras pruebas lo confirman: es un sensor para hacer fotografías durante el día y con buena situación lumínica.

Si pasamos a la noche y volvemos al sensor principal, los resultados no nos han gustado demasiado. La gestión de las altas luces deja bastante que desear y el ruido es notable rápidamente. Las escenas nocturnas bien iluminadas tienen una buena calidad, pero las zonas con luz pobre echan a perder la fotografía en la mayoría de los casos.

La aplicación de cámara de LG nos gusta, pues cuenta con detalles muy interesantes y ajustes bien marcados. Una de las cosas que más nos gusta es la posibilidad de enfocar y tener el obturador en esa misma posición. De esta manera no tienes que mover la mano para buscar el obturador y que el desenfoque se pierda. Son pequeños detalles que hacen especial a esta cámara, aunque creemos que no ofrece la misma versatilidad que otros gama alta y su calidad no es comparable a la de los dispositivos más buscados.

Autonomía, multimedia y otros aspectos

Uno de los puntos más turbulentos de la compañía en sus últimos dispositivos de gama alta ha sido la autonomía. En este LG G8x mejora respecto a otros terminales de su catálogo, pero tampoco podemos tirar cohetes. Hemos realizado varias pruebas en días diferentes y los resultados son algo dispares.

Cuando el terminal está la mayor parte del día bajo una red Wi-Fi consigue llegar a las 5,5 o incluso 6 horas de pantalla. En esta prueba hemos jugado algunos minutos con la doble pantalla, hemos hecho alguna fotografía en interior y realizado un uso normal del terminal.

Si cambiamos de escenario y pasamos la mayor parte del día con cobertura 4G, haciendo fotos y jugando esporádicamente las horas de pantalla activa cambian radicalmente. Difícilmente llegará a las 4 horas si le exprimes demasiado.

La célula de 4.000 mAh nos parece correcta, aunque nos hubiese gustado poder sacarle algo más de jugo. Debemos decir que sin utilizar la doble pantalla la autonomía mejora, aunque no pasa a ser ninguna maravilla. En definitiva, una autonomía correcta para este LG G8x.

No podemos decir lo mismo del sensor de huellas en pantalla. Este es óptico y también uno de los peores que hemos probado en toda la gama alta y gama media. En el mercado hay dispositivos de unos 300 euros con un sensor de huellas mucho mejor.

Debes presionar la pantalla durante un tiempo que nos parece excesivo y cuando falla una vez es casi seguro que la segunda y tercera también fallará. Llega a ser frustrante el echo de que este sensor de huellas funcione así, y pasar al patrón o al PIN es algo que hemos hecho en multitud de ocasiones durante la prueba. Desconocemos si este detalle se puede arreglar vía OTA, pero si se puede, LG debería hacerlo.

Por último hablaremos del sonido, otro aspecto que nos ha gustado del dispositivo. Suena bien y suena fuerte. No es un apartado que nos haya sorprendido increíblemente, pero sí podemos decir que está un pasito por encima de la media. LG lleva varias generaciones haciendo un gran trabajo en el apartado del sonido y esto se nota en el LG G8x.

Sin ser lo mejor del dispositivo, estamos seguros de que el sonido te convencerá si acabas comprándolo.

¿Recomendamos este LG G8x ThinQ?

Este dispositivo tiene algo que echará para atrás a la mayoría de dispositivos: el precio. En el mercado hay opciones muy interesantes de gama alta que ofrecen mejor hardware, mejor software y mejor precio que este dispositivo. El aliciente de la segunda pantalla puede ser interesante para unos pocos, pero a la práctica no es un accesorio que vaya a utilizar la gran mayoría del público. Este accesorio condiciona, sin lugar a dudas, el precio, por lo que tenemos un móvil de gama alta que no es el mejor en nada.

No es el mejor en cámara, tampoco en pantalla, ni mucho menos en software y cuenta con apartado multimedia que, de nuevo, no destaca. Eso sí, el precio de 950 euros, a estas alturas de 2019, es algo que si destaca y negativamente.

Desde Pro Android, lamentablemente, no podemos recomendar la compra de este LG G8x ThinQ si quieres un dispositivo de gama alta con el que jugar de forma ocasional. Hay opciones más económicas que ofrecen mejor experiencia a la hora de jugar con un gamepad de 30 euros.

Este LG G8x ThinQ sin la pantalla secundaria de fábrica, con un precio más comedido y Android Stock podría ser una opción muy interesante para una gran cantidad de usuarios, pero no de la forma que lo está planteando LG en estos momentos.

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