Si hay algún fabricante que marcado el camino en el pasado en el mundo de la telefonía, ese es Nokia. Los finlandeses fueron los pioneros en el sector. ¿Quién no ha tenido un Nokia?. Estoy seguro que el 80% de los lectores sí, ya que era, con diferencia, la marca más vendida, ya que tenía muchos modelos para todo tipo de público. Fue el líder en ventas de toda la primera década del nuevo milenio, hasta que los smartphones llegaron a nuestras vidas.

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Nokia no supo entender las necesidades de la gente. Con la salida del iPhone y los primeros Android, Nokia no tenía ningún modelo para rivalizar. Es por eso que en 2011, Nokia se convirtió en el fabricante principal de Windows Phone, para ser comprada por Microsoft Corporation dos años después. Ahora, con la inminente muerte de Windows Phone, Nokia salió malparada y abandonada por Microsoft. Es por eso que empezarán otra vez a sacar dispositivos, pero esta vez con Android.

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Según varias filtraciones, por lo menos un modelo de la marca finlandesa sería presentado en el Mobile World Congress de Barcelona en febrero o en el CES de Las Vegas. Pero se ha filtrado que ahora mismo hay cuatro modelos más en producción, que se presentarían a lo largo del próximo año, por lo que es de esperar que Nokia vaya a por todas y lance al mercado 5 variantes para cubrir todas las necesidades de los diferentes clientes.

Al parecer, el primer terminal que quieren presentar es su tope de gama y contaría con el futuro Qualcomm Snapdragon 835. Ya se había filtrado una parte del diseño como podemos ver en este enlace. Parece ser que Nokia tiene en mente también un gama media premium, como ya os contamos en otro post, el cual contaría con Qualcomm Snapdragon de la serie 600 y podría costar entre 200 y 300 euros.

Lo que tenemos claro, es que Nokia volverá al mundo de la telefonía. Si tendrá éxito o no eso ya no se sabe, pero si algo tiene Nokia es un nombre. No hay nadie en el mundo que no conozca la marca, y si empiezan a vender terminales de calidad a un precio razonable, es posible que vuelva a renacer, cosa que, por lo menos a nosotros, nos encantaría.

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