A ver, que ya os estoy viendo. Como bien vais a decir alguno en los comentarios, los fabricantes pueden poner el precio que ellos vean necesario en los productos, y esto es así, pero de ahí a que nosotros queramos pasar por el aro, hay una gran diferencia.
Como podéis leer en el título, hoy vengo a hablaros de la memoria de los terminales, y de como los fabricantes se aprovechan de esto. Todo esto viene a raíz de los nuevos terminales presentados con módulos de memoria de hasta 128 GB, y que tienen un precio, que pocos bolsillos se pueden permitir.
Pongámonos en situación, ahora mismo tenemos el Samsung Galaxy S6 de 32 GB por 699 euros, un precio que también es discutible, pero ahora no voy a entrar a eso. Pero, como ya nos tiene acostumbrados Samsung, también tenemos versiones con más capacidad. En este caso de 64 y 128 GB. Hasta aquí todo bien, más capacidad para los usuarios que lo necesitan. El problema viene cuando miramos los precios, que es cuando nos damos cuenta de que algo raro está pasando. Cada versión vitaminada con más GB nos cuesta la friolera de 100 euros más, lo cual, es algo desorbitado si contrastamos los datos que os voy a dar ahora.
No tengo constancia de cuanto le cuesta a Samsung un chip de memoria de 32 GB, ya que esto es muy difícil de saber a ciencia cierta. Pero lo que si sé, es que pasar de un módulo de memoria de 32 a 64 GB a Samsung le cuesta unos 8 dólares. Sabiendo que el terminal vitaminado con más memoria, solo cuenta con ese cambio frente a los demás, ¿de dónde salen los 92 dólares restantes?
Pues esta misma pregunta me he estado haciendo yo, y creerme que saco la misma respuesta que vosotros, de ningún sitio. Estos 92 dólares – que alguien me corrija si me equivoco -, van directos al bolsillo de Samsung, mientras que nosotros nos quedamos con 100 euros menos en los nuestros, por algo que ni mucho menos vale la pena.
Sabiendo esto, ya ni hablemos de la versión de 128 GB, la cual pongamos que tenga el doble de coste para Samsung que la de 64 GB – algo bastante improbable -. Estaríamos hablando de 16 dólares de coste, y de nada más y nada menos que de 200 euros más que la versión base de 32 GB finalmente. Después de esto, solo me queda pensar que tanto Samsung, como todas las compañías, tendrían que pensar un poco más en el usuario final, y coger en cierta medida la política que tienen empresas como Xiaomi o OnePlus.
Por lo que si te has comprado una versión de algún smartphone, con este plus de GB, piensa que una tarjeta de memoria SanDisk de 64 GB clase 10, la puedes encontrar por unos 30 euros, con todo lo que supone que sea una tarjeta acaba y no un chip virgen como los que monta Samsung en sus dispositivos.
Con todo esto ni mucho menos quiero atacar a Samsung, ya que prácticamente todas las compañías siguen estos pasos. Solo quiero abrir un poco la mente de todos los usuarios y que sepan lo que compran y lo que de verdad están pagando.
¿Qué te parece a ti estas técnicas?
ProAndroid
