¿Es seguro hacer pagos con el móvil? ¿Mejor con la tarjeta de crédito? La mejor opción para que no te roben

A día de hoy, en 2024, todavía hay personas que no están muy familiarizadas con los pagos móviles, que no confían en su seguridad o que tienen a alguien detrás diciendo «te van a sacar todos los datos por pagar así». Pagar con el móvil no es algo nuevo, lleva muchos años siendo una realidad y cada vez es más común que los clientes de cualquier establecimiento paguen con su smartphone. Pero la gran pregunta para muchos es, ¿se trata de un método seguro o es mejor pagar con la tarjeta? Hoy saciamos tus dudas con un simple argumento que puede dar la vuelta a todo lo que pensabas hasta ahora.

¿Qué ocurre cuando pagamos con el móvil?

Para poder hacer un pago con el móvil es necesario configurar una tarjeta de crédito o débito compatible. El proceso no es otro que registrar los datos y que tu dispositivo, cada vez que quieres pagar, emita una señal vía NFC para hacer saber al datáfono la información de esa tarjeta. Es decir, da la misma información que el chip interno de tu tarjeta cuando la metes en un datáfono o cuando la acercas para pagar con contactless.

Es lo mismo, pero almacenado en tu smartphone. Para que te hagas una idea, ni siquiera es necesario tener una conexión a Internet cuando quieres pagar. Tu dispositivo no se conecta a nada, simplemente envía la información mediante el chip NFC, algo para lo que no necesita estar conectado a ningún tipo de red.

Al tratarse del mismo proceso no hay uno que sea mucho más seguro que otro a la hora de pagar: se utilizan métodos muy similares a pesar de requerir un trozo de plástico o un smartphone.

El móvil es un método de almacenamiento más seguro

Ahora ya sabes que tu tarjeta de crédito almacena la información necesaria para pagar y que tu móvil hace exactamente lo mismo. Pero hay algo en lo que puedes no haber caído: el proceso para que esa información se libere al datáfono.

En el caso de la tarjeta basta con cogerla y acercarla a cualquier datáfono. Da igual que seas o no el propietario, pues ningún establecimiento pide verificar la identidad. La mayoría de bancos ofrecen pagos contactless de hasta 50 euros sin tener que introducir el PIN de la tarjeta. Es decir, si alguien te roba la cartera tiene acceso libre a pagar con tu tarjeta cualquier importe pequeño.

Cuando pagas con el smartphone el dispositivo SIEMPRE solicita que lo desbloquees y que utilices la huella o el reconocimiento facial antes de pagar. No se puede pagar si no realizas este paso. Si te roban el móvil NUNCA podrán hacer un pago con él si no conocen tu PIN o utilizan tu huella dactilar.

¿Entiendes por dónde vamos? Mientras que una tarjeta de crédito no pone ninguna barrera para acceder a la información un móvil sí lo hace. Y no cualquier barrera: utiliza sistemas biométricos como la huella dactilar o el reconocimiento facial. Este hecho hace que el móvil sea un método mucho más seguro para realizar pagos, pues te permite dejar la tarjeta en casa y no preocuparte de tu cuenta bancaria si sufres un robo.

Ahora ya sabes qué contestar cuando alguien te diga que pagar con el móvil es menos seguro o que pueden robarte más fácilmente, pues la realidad es completamente diferente.