24 septiembre, 2025
Qualcomm ha puesto la primera piedra del 6G con una promesa concreta: habrá dispositivos precomerciales en 2028. El anuncio llegó durante el Snapdragon Summit 2025, donde su CEO, Cristiano Amon, apuntó a una nueva ola de conectividad que irá más allá de los móviles para incluir anillos inteligentes, gafas y otros wearables, junto con agentes de IA que operarán en segundo plano. No se trata solo de un aumento de velocidad, sino de un cambio de arquitectura orientado a redes y dispositivos considerablemente más inteligentes.
El calendario encaja con la evolución natural de la industria. Mientras 5G‑Advanced continúa desplegándose y madurando, el 6G perfila un escenario en el que la red entenderá mejor el contexto, integrará capacidades de sensado y posicionamiento más precisos y operará en bandas más altas (terahercios) para ofrecer más capacidad y latencias más bajas. ¿Qué supone esto para los usuarios de Android y para el ecosistema? Vamos por partes.
La principal promesa del 6G no es solo multiplicar los megabits. La siguiente generación se concibe como una red contextual, capaz de mezclar conectividad y computación para que los dispositivos colaboren entre sí y con la nube. En ese modelo, los móviles seguirán siendo el centro, pero dispositivos ligeros (anillos, relojes, gafas) cobrarán protagonismo al delegar tareas en el teléfono y en el edge.
Otro eje clave es el uso del espectro de terahercios. Trabajar en frecuencias más altas permitirá picos de velocidad y latencia ultrabaja, a costa de celdas más densas y nuevas técnicas de antena. Además, el 6G busca integrar sensado en la propia red para mejorar funciones como posicionamiento centimétrico, detección del entorno o comunicaciones más fiables en movilidad. Para el usuario, esto se traduce en apps de IA más reactivas, streaming inmersivo y experiencias de realidad mixta más estables.
El dato de Qualcomm habla de dispositivos precomerciales en 2028. Eso encaja con la hoja de ruta estándar: primero llegan prototipos y pilotos con operadoras, y más tarde los lanzamientos comerciales. La estandarización en 3GPP transita por Release 20 (estudios) y Release 21 (especificaciones 6G); con esa cadencia, la ventana de despliegues comerciales apunta a 2030. Es decir, 2028 marcaría el comienzo de las pruebas a gran escala y 2030 el momento en el que podríamos ver los primeros móviles 6G a la venta.
Mientras tanto, 5G‑Advanced seguirá siendo el puente. Entre 2025 y 2027 veremos mejoras en cobertura, eficiencia y latencia, junto a funciones que preparan el terreno del 6G (redes más inteligentes, posicionamiento mejorado o repetidores controlados por la red). Para el usuario, el mensaje es claro: tu próximo móvil de 2026‑2027 seguirá exprimiendo el 5G, y el salto al 6G llegará ya con una base madura y aplicaciones más claras.
Para los fabricantes de Android, el reto está en homologar módems y antenas capaces de operar en nuevas bandas, sin disparar el consumo ni el coste. La IA en el dispositivo y los agentes personales ganarán peso, coordinando al teléfono con anillos y gafas. También veremos nuevos factores de forma que aprovechen latencias menores y conectividad más fiable.
Para las operadoras, el 6G implica densificación inteligente (pequeñas celdas donde aporten valor), un núcleo de red más automatizado y funciones de red programables para vender servicios por niveles de calidad (latencia, precisión, seguridad). En el día a día, los usuarios notarán mejor cobertura en interiores, juegos en la nube más estables, subidas de vídeo instantáneas y traducción e IA en tiempo real con menor dependencia de la nube si así se desea.
La gran lectura del anuncio es que la próxima década del móvil será la de la IA integrada en todo: dispositivos, red y servicios. El 6G no sustituye al 5G de la noche a la mañana; lo complementa y lo lleva un paso más allá en capacidad, precisión y eficiencia. Si Qualcomm cumple los plazos y el estándar acompaña, 2028 será el punto de partida para las pruebas masivas, y 2030 el año en el que empezarás a plantearte si te compensa dar el salto a un teléfono 6G.
También es necesario mencionar que empresas como Huawei ya tienen tiempo trabajando en esta clase de conexión 6G. Estamos seguros que la competencia en este sentido se pondrá interesante en un par de años, estaremos atentos a lo que se avecina.
¿Crees que merece la pena esperar al 6G o te basta con un buen móvil 5G‑Advanced en los próximos años?
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