1 diciembre, 2025
ChatGPT podría dejar de ser ese oasis sin publicidad al que muchos nos hemos acostumbrado. Una nueva filtración revela que OpenAI está preparando un sistema de anuncios en ChatGPT, empezando por la beta de la app para Android, e incluso algunos usuarios aseguran haber visto el primer anuncio integrado en una conversación real con el chatbot.
Según recoge la prensa tecnológica internacional, un análisis del código de la versión 1.2025.329 de la aplicación menciona elementos como «search ad», «ads feature» o «bazaar content», todos ellos asociados a formatos publicitarios. A esto se suma la captura de pantalla de un anuncio de Peloton que habría aparecido bajo una respuesta de ChatGPT, lo que sugiere que las pruebas ya se están llevando a cabo en un entorno real, más allá de pruebas internas.
El desarrollador que ha examinado el APK describe referencias a componentes como un «search ads carousel» y campos de segmentación de audiencias, lo que apunta a una futura integración de anuncios tipo buscador, muy parecidos a los que vemos hoy cuando hacemos una consulta comercial en Google. La clave es que todo esto está integrado en la propia interfaz de ChatGPT, no en banners externos ni en pop-ups clásicos de publicidad intrusiva.
De momento, las cadenas filtradas apuntan a que los anuncios se mostrarían sobre todo en consultas de búsqueda y recomendaciones de productos, como cuando pedimos ideas de compra o comparamos productos rápidamente. Es decir, en los situaciones en las que ChatGPT actúa como un buscador más que como un asistente conversacional más casuales o creativas, aunque es fácil imaginar que el alcance podría ampliarse si el modelo de negocio resulta rentable.
Desde el lanzamiento del servicio en 2022, OpenAI ha vivido principalmente de las suscripciones de ChatGPT Plus y de cobrar por el uso de sus modelos vía API, pero mantener estos sistemas en marcha es extremadamente costoso en términos de servidores, energía y nuevos desarrollos. Añadir publicidad contextual le abriría una fuente adicional de ingresos sin aumentar las tarifas actuales y, sobre el papel, permitiría sostener mejor el uso masivo de la versión gratuita, que es la puerta de entrada de millones de usuarios cada semana.
Además, el movimiento encaja con una tendencia clara del sector: otros asistentes de inteligencia artificial y buscadores ya han empezado a mezclar respuestas generadas con resultados patrocinados, y era cuestión de tiempo que OpenAI considerara algo similar; al fin y al cabo, si el producto compite con Google como herramienta de búsqueda, es lógico que adopte parte de su modelo de negocio, nos resulte agradable o no.
Si estos planes salen adelante, lo más probable es que los usuarios del plan gratuito sean los primeros en ver anuncios integrados bajo determinadas respuestas, quizá con etiquetas del tipo «contenido patrocinado» o «anuncio» y con tarjetas de productos similares a las que ya aparecen en algunas experiencias de compra dentro del propio ChatGPT. La gran pregunta es hasta qué punto esos mensajes pagados influirán en el orden y el contenido de las recomendaciones que nos ofrece el asistente.
También habrá que ver cómo se gestionan la privacidad y la transparencia: ChatGPT conoce buena parte del contexto de lo que escribimos y podría utilizarlo para segmentar campañas con mucha precisión, algo que entusiasma a los anunciantes pero preocupa a más de un regulador. En regiones como la Unión Europea, donde las normas sobre publicidad y servicios de intermediación son bastante estrictas, OpenAI tendrá que hilar fino si quiere introducir anuncios sin enfrentarse a un nuevo frente legal.
Por ahora no hay fecha oficial ni detalles confirmados, pero la combinación de código filtrado y los primeros anuncios avistados en la app de Android deja claro que OpenAI está probando seriamente este camino. Si la compañía consigue que los anuncios sean pocos, muy relevantes y bien señalizados, quizá muchos usuarios acepten convivir con ellos a cambio de seguir teniendo un asistente potente sin pagar ni un euro al mes.
La duda es qué pasará si esa línea se cruza y la experiencia empieza a sentirse más como un escaparate que como una conversación honesta con una herramienta imparcial, porque entonces sí que cambiaría bastante la relación de confianza que muchos tenemos con el servicio. ¿Tú qué harías si los anuncios llegan de forma generalizada a ChatGPT: pagarías por quitarlos, buscarías alternativas o simplemente te adaptarías?
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