¿La carga rápida es mala para los smartphones? ¿Debes evitarla?

Quelian Sanz

3 abril, 2023

Feature image

El debate está volviendo a surgir tras ver los avances de 2023 en materia de carga rápida. Esta tecnología supone una comodidad extra para los usuarios y a la vez un mal endémico que debe ir ligado sí o sí. Efectivamente, hablamos de la degradación. Hay muchos usuarios preguntándose si la carga rápida es mala para sus smartphones, si puede dañar el dispositivo o si es peligrosa utilizarla. ¡Hoy respondemos todas las preguntas!

El mayor inconveniente de la carga rápida

Actualmente es una tecnología que está presente en casi todos los smartphones del mercado. La potencia de la misma varía en función de calidad del dispositivo, el precio o el fabricante. Es muy fácil ver dispositivos con cargas de 40-50W, incluso algunos que se acercan y superan la barrera de los 100W.

Estas velocidades permiten recargar la batería en pocos minutos minimizando los problemas de autonomía. Si te quedas sin batería basta con 10-15 minutos de carga para poder terminar el día sin problemas.

Como todo en esta vida, si hay una ventaja habrá un inconveniente. El «problema» de la carga rápida es que genera calor y estresa las baterías. Y cuánto mayor es la potencia de la carga rápida mayor es el nivel de estrés. ¿Y qué produce el estrés en la batería? ¡Degradación!

¿Puede dañar mi móvil la carga rápida?

Seguramente has visto que todos los fabricantes que la utilizan comentan la seguridad de esta tecnología. La realidad es que los sistemas de carga rápida son bastante seguros. Pero seguros frente a incendios, fallos catastróficos o cortos. No son seguros para la vida útil de la batería.

Hay muy pocas probabilidades de que la carga rápida de tu smartphone acabe con él de un día para otro. Pero lo que es seguro es que la degradación restará capacidad a la batería con el paso del tiempo.

La temperatura y el estrés al que se someten las células de la batería restan, poco a poco, retención de carga. Si tu smartphone tiene 5.000 mAh puede que en 6 meses solo sea capaz de almacenar 4.500 mAh, conllevando una bajada en las horas de autonomía diaria.

Esta degradación será directamente proporcional a la calidad de la batería utilizada y a la potencia de la carga rápida. La carga rápida no dañará tu móvil de un día para otro, pero sí lo erosionará con el paso de los días.

¿Se puede evitar la degradación de la carga rápida?

Es importante conocer que siempre hay degradación en una batería. Es imposible pararla, pero se puede frenar. Por muy bien que cuides tu smartphone y su carga siempre perderás capacidad de carga. El objetivo es hacer que la degradación afecte lo menos posible a la batería.

Los siguientes consejos te ayudarán a mantener la degradación en mínimos:

  1. No cargues tu móvil al sol o en lugares con alta temperatura
  2. No utilices el dispositivo mientras lo cargas
  3. Utiliza la carga rápida solo cuando lo necesites
  4. Siempre que sea posible utiliza un cargador lento (5-10W)

La carga rápida es una muy buena aliada, por lo que no debes tener miedo de utilizarla siempre que lo necesites. Simplemente ten en cuenta cuándo sí y cuándo no la necesitas. Lo más probable es que el 90% de las cargas que realizas puedas hacerlas sin prisa.

Comunidad Android

¿Preparado para unirte?