
La última oleada de verificación de edad con IA (inteligencia artificial) de YouTube está generando un problema serio: usuarios adultos están siendo marcados como menores y sufren restricciones de acceso a vídeos y funciones. El despliegue, actualmente activo en Estados Unidos, Reino Unido y algunos países de la UE (Unión Europea), ha provocado quejas en redes y foros por falsos positivos que obligan a los afectados a volver a acreditar su edad.
YouTube defiende que el sistema busca proteger a los menores y cumplir con normativas de seguridad infantil. Pero la realidad para quienes han sido mal clasificados es menos amable: el servicio limita contenidos, desactiva anuncios personalizados y activa recordatorios de bienestar digital por defecto, todo ello hasta que el titular vuelva a verificar su mayoría de edad con un documento, una selfie o una tarjeta de crédito.
El sistema combina señales automáticas para estimar la edad en función del uso de la cuenta: historial de visualizaciones, temáticas consumidas, antigüedad y actividad. Con esta estimación, YouTube aplica restricciones a quien considera menor, aunque el perfil declare ser adulto. En la última fase de despliegue, se han disparado los falsos positivos: adultos que reciben el aviso «Hemos cambiado algunos de tus ajustes. No hemos podido verificar que seas mayor de edad», junto al botón para verificar la edad.
Más allá de la molestia inicial, las consecuencias prácticas son evidentes: se bloquean vídeos con restricción de edad, se reducen recomendaciones en temas sensibles (por ejemplo, imagen corporal) y se limitan funciones. Los creadores también podrían notar cambios en su demografía y ingresos, porque las cuentas marcadas como menores no reciben anuncios personalizados.
Si YouTube te ha clasificado como menor por error, la única opción disponible actualmente es la verificación manual. La plataforma ofrece tres vías: documento oficial, selfie que será comparada con la imagen del documento o tarjeta de crédito para confirmar mayoría de edad. Hasta completar el proceso, convivirás con las restricciones.
Conviene revisar además algunos aspectos fundamentales: iniciar sesión en la cuenta principal, comprobar la fecha de nacimiento en Google y evitar atajos que puedan empeorar la estimación automática (como compartir cuenta con un adolescente). Si ninguna de estas acciones funciona, será necesario recurrir a los métodos de verificación.
YouTube no toma estas medidas de forma aislada. En 2025, distintos reguladores han endurecido la exigencia de controles de edad: desde la Online Safety Act del Reino Unido hasta iniciativas nacionales en Europa y Oceanía que presionan a las plataformas para blindar la experiencia de los menores. Para cumplir, YouTube ha acelerado un enfoque mixto: estimación por IA + verificación bajo demanda.
La paradoja es evidente: cuanto mayor es la protección, mayor es también la fricción para el usuario adulto. Si el algoritmo se equivoca, la carga recae en el usuario adulto, que debe entregar más datos para recuperar su experiencia normal.
YouTube tendrá que afinar los clasificadores y ofrecer vías de verificación menos intrusivas si no quiere convertir una medida de seguridad en una fuente de frustración. A pesar de estos inconvenientes, hemos sido testigos de cómo en los últimos meses la compañía ha estado trabajando en mejorar la experiencia, con un nuevo rediseño en su interfaz, algo que puede resultar relevante para quienes usamos la plataforma a diario. ¿Te ha afectado este cambio? ¿Te parece razonable el equilibrio entre protección y privacidad? Queremos conocer tu opinión.