8 noviembre, 2025

WhatsApp ha comenzado a probar el envío y la recepción de mensajes desde aplicaciones de terceros en la Unión Europea, un paso que responde a la Ley de Mercados Digitales (DMA). La novedad, ya visible para algunos usuarios de la beta en Android, muestra una bandeja de entrada desde la que podrás elegir si integrar o mantener separados los «chats de terceros» del resto. No es una posibilidad lejana: es el inicio de la mensajería interoperable entre plataformas.
Más allá del titular, lo relevante es qué cambia para el usuario. Según Meta, el plan es empezar por mensajes uno a uno con texto, imágenes, notas de voz y archivos, mantener el cifrado de extremo a extremo (E2EE) y ampliar a grupos en 2025 y a llamadas en 2027 si todo va según lo previsto. La compañía exigirá a los servicios que se conecten que usen el protocolo Signal o un equivalente compatible para garantizar la seguridad. No será un «todo vale»: habrá requisitos técnicos, controles contra el correo no deseado (spam) y salvaguardas de privacidad.

En esta primera fase, los usuarios de los países del Espacio Económico Europeo verán una nueva sección llamada «chats de terceros» que se activa voluntariamente. Desde ahí, podrás responder a mensajes que lleguen desde otras plataformas sin crear una cuenta en ellas. Por ahora, hablamos de conversaciones individuales con funciones básicas: texto, fotos, vídeos, audios, stickers y archivos, además de reacciones, respuestas directas, indicadores de escritura y confirmaciones de lectura cuando el servicio conectado admita estas capacidades. Los grupos llegarán más adelante, y las llamadas (voz y vídeo) están previstas en el plan de desarrollo.
Eso sí, hay límites importantes: las copias de seguridad, los estados, las ubicaciones en tiempo real o las comunidades seguirán siendo propias de WhatsApp. Cada app deberá adaptarse a la especificación técnica que Meta ha publicado para integrarse y superar pruebas de interoperabilidad segura. Si un tercero no cumple, WhatsApp podrá bloquear la conexión para proteger a los usuarios de spam.
Meta afirma que el intercambio seguirá protegido por cifrado de extremo a extremo (E2EE). Para lograrlo, las apps externas tendrán que cifrar los mensajes mediante el protocolo Signal o uno equivalente y encapsular los mensajes en un formato acordado. WhatsApp no descifra el contenido de esos mensajes; actúa como intermediario en la entrega de los mensajes. La interoperabilidad se limitará, en principio, a países del Espacio Económico Europeo, ya que es donde aplica el mandato de la DMA. Que salte a otros mercados dependerá tanto de la adopción de terceros como de cambios regulatorios.

Si usas Android, esta interoperabilidad puede ahorrarte instalar una app adicional solo para hablar con alguien que no usa WhatsApp. También permite que clientes alternativos o servicios de nicho —por ejemplo, centrados en la privacidad o la productividad— se comuniquen con WhatsApp, sin que tengas que abandonar tu app favorita. Para los desarrolladores, es una oportunidad —y un reto—: cumplir el nivel de seguridad y ofrecer una experiencia fluida será clave para que el usuario no note diferencias.
En resumen, WhatsApp se prepara para convivir con otros servicios sin romper la seguridad ni la experiencia. No es un cambio instantáneo, pero sí un punto de inflexión: la mensajería deja de ser un jardín vallado y se acerca a un modelo más abierto, con ventajas claras para el usuario… siempre que los terceros se suban al tren y lo hagan bien. Asimismo, seguimos esperando el nuevo gestor de archivos en esta app de mensajería instantánea, que promete facilitar la gestión de archivos para optimizar el uso del almacenamiento.
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