12 noviembre, 2025
Tianma ha presentado la primera pantalla con NFC (Near Field Communication) integrada, sin antenas aparte. La pieza mostrada es de 4,6 pulgadas y combina en una misma capa la tecnología TED (Touch Embedded Display) y la bobina NFC a nivel de píxel. La clave está en que permite detectar tarjetas o dispositivos a una distancia de hasta 3 centímetros sin necesidad de contacto físico con el panel y sin comprometer la respuesta táctil habitual.
Más allá del titular, el enfoque práctico es claro: pagos, autenticación o emparejamiento directamente sobre la zona de la pantalla que elija el fabricante, sin buscar una «zona NFC» en la trasera ni depender de marcos o módulos separados. Según Tianma, el diseño emplea circuitos de conducción compartidos y materiales de ultrabaja resistencia para que el táctil y el NFC funcionen a la vez sin interferencias. El planteamiento resulta prometedor, y abre la puerta a interfaces más limpias y delgadas.
Hoy lo habitual es que el móvil lleve una antena NFC separada (en la trasera o el chasis) y el sistema táctil por otro lado. Ese esquema ocupa espacio, complica el apilado y obliga a acertar con la zona para pagar o leer una tarjeta. Al integrar la bobina en el propio panel y a nivel de píxel, el fabricante puede marcar áreas interactivas en pantalla —por ejemplo, un botón «Pagar aquí»— y el usuario solo acerca la tarjeta o el otro dispositivo al frontal. Además, al quitar capas y cables, el módulo puede ser más fino y dejar más volumen para la batería o cámaras.
Otra ventaja es el uso simultáneo: con una implementación clásica, el lector y el táctil suelen turnarse; aquí, Tianma presume de algoritmos y un trazado de bobinas que evita la conmutación para mantener la precisión del toque mientras se realiza la transacción. Esto resulta especialmente útil en kioscos, terminales de punto de venta o sistemas de infoentretenimiento en vehículos, donde la pantalla debe seguir operativa durante una validación.
En móviles, esta integración ayudaría a pagos en el frontal, llaves digitales o billetes de transporte con gestos más naturales. En wearables (relojes o anillos-pantalla), reducir componentes es oro para ganar autonomía. Y en domótica o electrodomésticos, permitiría zonas de emparejamiento claras en la pantalla: basta con acercar el móvil al icono para completar el emparejamiento. La propia Tianma habla de mercado de consumo masivo más allá del smartphone, con tablets, gadgets y terminales de punto de venta como candidatos.
Dicho esto, conviene recordar que estamos ante una muestra de 4,6 pulgadas y un primer paso. Falta ver compatibilidad plena con estándares, la tasa de éxito a distintas distancias, y si los fabricantes pueden escalar este diseño a paneles grandes sin penalizar uniformidad o coste.
Hay soluciones que acercan el NFC a la pantalla (como antenas en el sensor táctil o el cristal de cobertura). La novedad aquí es el enfoque a nivel de píxel dentro del panel y la promesa de uso simultáneo con el táctil sin parones. Si las marcas lo llevan a producción, podríamos ver móviles más delgados y experiencias de pago guiadas desde la propia interfaz de usuario (UI). Sin tener que buscar a ciegas la zona de lectura NFC.
Si este panel llega a móviles y relojes, pagar en el frontal y validar accesos será más intuitivo y, de paso, los fabricantes podrán aprovechar mejor el volumen interno. Aún se desconoce cuándo estará disponible comercialmente y qué fabricantes adoptarán esta tecnología, pero la idea tiene sentido. Parece que la tecnología de los paneles está dando un vuelco en la industria, lo mismo pasa con el panel autorreparable en el que Samsung está trabajando, Sin duda, se trata de un avance que marca el rumbo de futuras implementaciones en la industria. ¿Te convence integrar el NFC en la pantalla o prefieres el esquema clásico con antena aparte?
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