25 septiembre, 2025
El día de ayer Qualcomm nos daba algunas pistas sobre la conectividad 6G, y no ha querido perder tiempo presentando el Snapdragon 8 Elite Gen 5, su nuevo procesador para la gama alta de Android de finales de 2025 y 2026. Llega fabricado en 3 nanómetros y con CPU Oryon de 3.ª generación, una combinación que promete mayor rendimiento con menor consumo, centrada en mejorar dos áreas clave: juegos y cámara/vídeo.
Más allá del nuevo nombre, lo relevante está en su interior (ahora, ‘Gen 5’, por la quinta generación desde que en 2021 arrancó la serie 8 con nomenclatura de un dígito), dos núcleos «Prime» de hasta 4,6 GHz y seis «Performance» de hasta 3,62 GHz, una GPU Adreno de nueva generación con mayor frecuencia de reloj y memoria dedicada, y una NPU Hexagon que acelera la IA en el dispositivo para experiencias más personales y rápidas.
El Snapdragon 8 Elite Gen 5 mantiene una configuración 2+6 que sube el listón en velocidad y eficiencia. Qualcomm habla de hasta un 20 % más de rendimiento respecto a la generación anterior y de hasta un 35 % más de eficiencia en CPU, un dato clave para alargar la autonomía sin renunciar a potencia sostenida. El proceso de 3 nm ayuda a contener las temperaturas, algo que agradecerán los móviles más finos.
En gráficos, la nueva Adreno eleva la frecuencia máxima hasta 1,2 GHz y añade Adreno High Performance Memory (HPM) con 18 MB de memoria dedicada para reducir latencias y mejorar la estabilidad de los FPS. El fabricante cifra la mejora en hasta un 23 % más de rendimiento con un 20 % menos de consumo en juegos. En teoría, ofrece una base sólida para títulos exigentes con Unreal Engine 5 y efectos avanzados sin sacrificar batería.
La NPU Hexagon también evoluciona con un 37 % más de rendimiento y un 16 % más por vatio, lo que se traduce en más tareas de IA generativa y asistentes contextuales ejecutándose íntegramente en el móvil. El Sensing Hub y la aceleración en hardware permiten que el sistema aprenda de nuestros hábitos para ofrecer respuestas y acciones más útiles, incluso sin conexión.
En imagen, el 8 Elite Gen 5 estrena soporte para APV (Advanced Professional Video), un códec orientado a la captura de vídeo con mínima pérdida, pensado para la edición posterior. Se suma un pipeline de vídeo totalmente computacional llamado Dragon Fusion (en colaboración con ArcSoft), que aplica procesado fotográfico a cada fotograma: mejor reproducción del color, más detalle en sombras y altas luces, y autoenfoque, exposición y balance de blancos más uniformes entre fotogramas. El ISP Spectra pasa a 20 bits de profundidad interna, multiplicando por cuatro el rango dinámico útil para escenas de alto contraste.
Otra novedad interesante es Snapdragon Audio Sense: promete audio «de nivel profesional» con rechazo de viento, audio zoom y HDR de audio, aprovechando micrófonos MEMS piezoeléctricos. La idea es acercarse a un resultado de micrófono externo sin accesorios, algo especialmente atractivo para creadores móviles.
Qualcomm ha confirmado a la mayoría de los principales fabricantes de Android: Samsung, Xiaomi, OnePlus, OPPO, vivo, Sony, ASUS ROG, HONOR, realme, Redmi/POCO, iQOO, Nubia/RedMagic, ZTE y más. La compañía asegura que veremos los primeros móviles en los próximos días, con vistas a la campaña navideña y a convertirse en la base de los modelos de gama alta de 2026.
Según el calendario adelantado por los socios, la serie Xiaomi 17 será de las primeras en incorporarlo, mientras que marcas como Samsung lo adoptarán en su próxima generación insignia. Para el usuario, la traducción es clara: mayor autonomía con igual o superior rendimiento, mejores vídeos listos para editar en el móvil y juegos más estables a 120 Hz sin picos de temperatura.
Si 2024 fue el año de poner la IA en primer plano, 2025 apunta a consolidarla en local con mejoras palpables en cámara, voz y productividad. El Snapdragon 8 Elite Gen 5 encaja justo ahí: promete fluidez sostenida, grabación más profesional y asistentes más útiles sin depender de la nube. La incógnita es si los fabricantes sabrán aprovechar todo este potencial con buen software y disipación.
En nuestra experiencia, donde estos chips marcan la diferencia es en la estabilidad del rendimiento: menos thermal throttling, más estabilidad de FPS y algoritmos de cámara que no «rompen» el color entre clips. Si los OEM implementan bien APV y el pipeline computacional, se necesitarán menos accesorios y será más fácil publicar contenido directamente desde el móvil.
¿Crees que estas mejoras justifican el salto al próximo Android de gama alta, o esperas a ver qué hace tu marca favorita con el nuevo Snapdragon?
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