Samsung sabe que ha perdido mucha presencia en la gama de entrada de los móviles Android. La guerra entre la gama baja y gama media está más declarada que nunca, y más con las grandes apuestas de Motorola y de los dispositivos procedentes de otras marcas, como puede ser Xiaomi o Huawei.
Por ello, la compañía coreana ha querido hacer un lavado de cara dentro de esta gama y lo hace apostando por la serie J, después de que haya presentado la serie A, y la serie E, seguida de la ya archiconocida serie S, que ha dado nombre a terminales que tantas alegrías ha dado a Samsung, como el Galaxy S4 o el S5.
Esta semana han aparecido datos acerca de un terminal bajo la nomenclatura SM-J100, lo que vendría a llamarse comercialmente como Samsung Galaxy J1. Un terminal de 4,3 pulgadas con una pobre resolución WVGA (800×480 píxeles), un procesador Quad-Core con arquitectura de 64 bits —adaptado para Android 5.0 Lollipop— a 1,2 Ghz, 1 GB de memoria RAM, 4 GB de almacenamiento interno —ampliable por microSD—, y una cámara trasera de 5 megapíxeles. Todo ello trabajando bajo Android 4.4 KikKat (suponemos que por su chip, y su fecha de lanzamiento, su actualización a Android 5.0 Lollipop estará asegurada) y 1850 mAh de batería.
Como vemos, Samsung quiere quitarse la mala fama que tiene en la gama de entrada a costa de cambiarle el nombre a sus dispositivos, y dejando atrás, probablemente, la serie Ace, que tantas alegrías y disgustos le ha traído a la compañía coreana a partes iguales. Sin embargo, detrás de esta estrategia no hay nada más, porque Samsung no apuesta por prestaciones decentes para un gama baja. Trabajando de nuevo con resoluciones indecentes para estos tiempos, con un panel paupérrimo de 800×480 píxeles para una pantalla de 4,3 pulgadas —de lo que se ha rumoreado que podría tratarse, en realidad, de 4,8 pulgadas—. Una resolución que ya traía el Samsung Galaxy S2, con la misma diagonal de pantalla, en 2011.
Todo este terminal irá embutido en menos de 9 milímetros y 123 gramos de peso, y contará de conectividad 4G/LTE. Un procesador de 64 bits Quad-Core y 1 GB de RAM para la gama de entrada no está mal, pero nada que no logre diferenciarse del resto de la competencia.
Previsiblemente, el terminal será presentado el próximo mes de enero en el CES Las Vegas. Un terminal que hará que la gama de entrada siga siendo la asignatura pendiente de Samsung.
¿Qué te parece la nueva estrategia de Samsung con la Serie J? ¿Te parece un terminal justificado para ser presentado en 2015?
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