
El Realme GT 8 Pro ya es oficial en China y llega con una propuesta original y funcional: módulos de cámara intercambiables para personalizar el diseño sin fundas ni pegatinas. A ello se suma una colaboración con Ricoh para afinar el procesado fotográfico (bajo el sello Ricoh GR), un Snapdragon Elite Gen 5 y una batería de 7000 mAh que apunta a una autonomía de larga duración.
La propuesta no se queda en lo estético. Realme combina hardware ambicioso con detalles de tope de gama: pantalla LTPO a 2K, carga rápida suficiente, y amplias certificaciones contra polvo y agua. Todo con Realme UI 7 sobre Android y la promesa de un rendimiento alto para juego y multimedia.
El principal atractivo del GT 8 Pro está en su parte trasera: el módulo de cámara se desmonta y sustituye por piezas oficiales con formas y tonos distintos (redonda, cuadrada o transparente). Es un enfoque lúdico que además separa al modelo del resto de buques insignia, sin afectar el rendimiento del sistema ni las funciones de la cámara.
En fotografía, la marca presume de una principal de 50 MP con OIS y afinado Ricoh GR para color y reducción de reflejos, acompañada por una ultra gran angular de 50 MP y un teleobjetivo periscópico de 200 MP con zoom sin pérdidas de hasta 6 aumentos y 120 aumentos híbridos. Hay vídeo en 8K a 30 fps y modos dedicados a fotografía urbana desarrollados junto a Ricoh. Algunos informes mencionan sensores Sony LYT-700/808 para la cámara principal; en cualquier caso, el hilo conductor es un paquete fotográfico de corte premium centrado en las texturas, el control de las luces y tonos más naturales.
La pantalla apuesta por un panel OLED LTPO de 6,78 pulgadas, con resolución 2K y 144 Hz, pensado para la lectura fluida y el juego competitivo. El conjunto se completa con altavoces estéreo, motor háptico de alta vibración y lector de huellas ultrasónico bajo la pantalla. El chasis mantiene el nivel con protección frente a polvo y agua IP69/IP68/IP66, poco habitual en móviles de su categoría.
Bajo el capó, el Snapdragon Elite Gen 5 trabaja con memorias LPDDR5X y UFS 4.x, y con un modo GT, pensado para juegos. La batería de 7000 mAh se alimenta con carga rápida de 120 W, una combinación que promete una amplia autonomía y recargas rápidas. Llega con Realme UI 7 (Android 16) y perfiles de color calibrados junto a Ricoh.
En comparación al Realme GT 7 Pro parece un salto coherente, sobre todo si hablamos de hardware y su nuevo lenguaje de diseño. Podemos decir que, con el GT 8 Pro, Realme añade personalización física al catálogo Android y se apoya en Ricoh para perfilar el color y el contraste de sus cámaras. En especificaciones, se presenta como un teléfono equilibrado que apunta al rango alto por pantalla, carga y batería, y que destaca frente a la competencia por su diseño intercambiable. Falta por ver su precio en España y cómo queda frente a rivales con acuerdos como Hasselblad o Leica. ¿Te atrae la idea de cambiar la isla de cámara y ese toque Ricoh? Te leemos en los comentarios.