
El OnePlus 15 acaba de llegar como uno de los grandes aspirantes a mejor móvil Android de 2026, con una batería enorme de 7300 mAh, pantalla a 165 Hz y el nuevo Snapdragon 8 Elite Gen 5 al mando. En especificaciones, resulta impresionante, pero las primeras pruebas de estrés hablan de algo menos glamuroso: problemas serios de sobrecalentamiento, cierres inesperados de aplicaciones y un móvil que puede resultar incómodo de sujetar cuando se le exige al máximo rendimiento.
Las pruebas más duras, como 3DMark Wild Life Extreme, están destapando el talón de Aquiles del chip de Qualcomm: en el OnePlus 15, la temperatura externa se dispara por encima de los 52 grados y el sistema llega a bloquear funciones mientras se enfría. Para el día a día, la experiencia es fluida, pero si te gusta jugar durante largos ratos o tirar de emuladores exigentes, la historia es bastante distinta.
En las pruebas de laboratorio independientes, el OnePlus 15 aguanta bien los benchmarks rápidos de la CPU y las típicas mediciones de rendimiento. El problema aparece cuando se encadenan bucles de 3DMark Wild Life Extreme diseñados para simular una sesión prolongada de juego intensivo: el móvil solo completa alrededor de dos tercios de la prueba antes de detenerla por exceso de calor, rondando los 52,7 grados en la superficie.
Cuando eso pasa, no solo se cierra el benchmark; el sistema entra en modo de protección térmica, que limita las funciones del dispositivo para evitar daños por sobrecalentamiento. Es decir, el teléfono sigue encendido, pero funciona de forma limitada hasta que baja la temperatura. Y, siendo sinceros, nadie espera que un móvil de gama alta tenga estos problemas solo por jugar durante un rato.
OnePlus se defiende recordando que estas pruebas son más duras que casi cualquier juego de la tienda de aplicaciones y que, en uso normal, el OnePlus 15 se mantiene dentro de los límites térmicos previstos. Además, la enorme batería de 7300 mAh y la carga rápida de 120 W ayudan a que el teléfono aguante dos días lejos del enchufe, incluso con un uso intenso, algo que en la práctica se nota mucho más que un par de cifras de laboratorio.
Aun así, los números dejan claro que el Snapdragon 8 Elite Gen 5 pide mucha energía cuando se le aprieta y que no todos los chasis están preparados para disiparla. Móviles con refrigeración avanzada, como algunos modelos gaming con ventilador interno, pueden mantener el rendimiento alto durante más tiempo, mientras que otros apuestan por recortar potencia para no quemarse o directamente acaban mostrando avisos de temperatura como el del OnePlus 15 en estas pruebas tan bestias.
Para quien busca un móvil de gama alta equilibrado, con muy buena autonomía, pantalla rápida, cámaras solventes y potencia de sobra para el día a día, el OnePlus 15 sigue siendo un candidato muy serio. Los análisis coinciden en que en redes sociales, fotos, vídeo y juegos «normales» el rendimiento es excelente y el calor se mantiene razonable, incluso si el cuerpo del móvil se entibia más de lo habitual.
El problema llega cuando la prioridad absoluta es jugar al límite durante sesiones largas o usar emuladores pesados con la máxima calidad posible. Ahí, la combinación entre el Snapdragon 8 Elite Gen 5 y el diseño térmico del OnePlus 15 resulta insuficiente para mantener el rendimiento en sesiones exigentes y el sistema se protege antes de tiempo. Si te estás planteando comprarlo, la pregunta es sencilla: ¿necesitas toda esa potencia sostenida o prefieres un móvil muy completo que, eso sí, hace ciertas concesiones en rendimiento sostenido bajo alta carga térmica?