13 octubre, 2025

2025 es un año de transición importante para el cumplimiento del registro horario y la adaptación de los sistemas de facturación. El control del tiempo de trabajo ha dejado de ser un simple ‘documento para la inspección’ y se ha convertido en una herramienta de gestión diaria que afecta a todo tipo de empresas y plantillas mixtas (presencial, híbrida o remota). Si todavía no has normalizado el fichaje digital, conviene revisar la normativa de referencia —la ley de fichaje digital— e implantar un sistema que registre el inicio y fin de la jornada, contabilice las horas ordinarias y extraordinarias, y almacene los datos durante cuatro años.
En paralelo, la Ley Antifraude 11/2021 endureció los controles sobre el uso de efectivo y, sobre todo, sobre el software de facturación: queda prohibido el llamado «software de doble uso» y solo pueden emplearse soluciones que garanticen integridad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros. Esta ley es el eje de los cambios que llegarán entre 2025 y 2026 (VERI*FACTU y nuevas obligaciones de reporte), por lo que conviene auditar desde ya tus herramientas.

El registro de jornada es obligatorio para todas las empresas y todos los trabajadores, con independencia del tipo de contrato o del modelo de trabajo. Debe anotar la hora real de entrada y de salida, reflejar las horas extra y su compensación, y estar disponible para la plantilla, su representación y la Inspección de Trabajo. En 2025, el enfoque de la Administración se centra en digitalizar este control (con sistemas fiables y accesibles) y en reforzar la trazabilidad de los datos, especialmente en teletrabajo y a tiempo parcial.
A nivel práctico, elige un sistema de fichaje digital que incluya identificación segura, registro en tiempo real, posibilidad de auditoría y alertas por exceso de jornada. Forma a mandos intermedios y empleados, normaliza las pausas y documenta protocolos de desconexión para evitar incidencias. Un sistema de registro eficaz no solo reduce el riesgo de sanciones, sino que también facilita la gestión transparente de turnos y horas extraordinarias.

La ley 11/2021 fijó el límite general de pagos en efectivo en 1.000 euros cuando interviene un empresario o profesional y reforzó el control sobre el «software de doble uso». Desde entonces, los programas de facturación deben impedir alteraciones y generar trazas verificables. En este contexto se enmarca VERI*FACTU, el sistema de facturación verificable de la AEAT, que comenzará a exigirse a partir de 2026 con diferentes hitos según el tipo de contribuyente. Si aún no lo has hecho, planifica la migración a software homologado y revisa tus flujos de emisión y conservación de facturas.
La Ley Crea y Crece hará obligatoria la factura electrónica B2B de forma escalonada: primero para empresas de mayor tamaño y después para pymes y autónomos, una vez que se publique y entre en vigor su reglamento definitivo. Aunque el cronograma depende de esa letra pequeña, 2025 es el año para preparar el cambio: valida que tu ERP (sistema de planificación de recursos empresariales) genera e intercambia facturas electrónicas en formatos reconocidos, define políticas de archivo y comprueba la interoperabilidad con clientes y proveedores.
La combinación de fichaje digital obligatorio, limitación del efectivo y facturación verificable/electrónica dibuja un 2025-2026 de cumplimiento proactivo. Si alineas desde ahora personas, procesos y software, cumplirás los plazos sin interrupciones operativas. ¿Cómo lo ves en tu empresa? ¿Ya tenéis el fichaje digital y la facturación listos para el nuevo marco? Te leemos en los comentarios.
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