
El caso ha corrido como la pólvora en redes: un ingeniero en Bengaluru compró el Samsung Galaxy Z Fold 7 en Amazon y, al abrir el paquete, se encontró con una baldosa de suelo perfectamente colocada cuidadosamente en la caja. El paquete parecía sellado de fábrica, lo que reavivó el debate sobre fraudes en la entrega de productos de alto valor y las formas de protegerse al comprar móviles caros por Internet.
Según varias publicaciones locales, el comprador había pagado aproximadamente 186.000 rupias (unos 2.000 dólares aproximadamente) con tarjeta y grabó el desempaquetado. El vídeo muestra un paquete con precintos intactos y una caja del Galaxy Z Fold 7 aparentemente legítima, sin que hubiera señal alguna del teléfono. Tras la denuncia, Amazon habría gestionado el reembolso íntegro, mientras la policía investiga el caso como posible manipulación en la cadena de entrega. Aunque no es un problema nuevo, el hecho de que ocurra con un dispositivo plegable tan costoso amplifica su impacto.
Los detalles coinciden en varios medios: pedido en línea, entrega aparentemente «correcta» y sustitución del contenido por una baldosa. El suceso pone de manifiesto que el sello de fábrica no siempre es garantía y que puede haber manipulaciones o devoluciones fraudulentas que vuelven al inventario. Aunque el Fold 7 tiene alta demanda y un precio elevado, eso no justifica una experiencia de compra poco fiable.
Más allá de la anécdota, el caso subraya un punto clave para los usuarios de Android: si compras online un móvil premium (plegable, tope de gama o edición especial), toma precauciones adicionales. Graba el unboxing, revisa el peso del paquete en la etiqueta (debe cuadrar con el peso aproximado del producto), valida números de serie/IMEI en cuanto tengas el equipo y evita que otra persona reciba el paquete si es posible verificar el contenido en el momento de la entrega. Son pasos sencillos que pueden marcar la diferencia.
Antes de pagar, comprueba el vendedor (mejor si es vendido y gestionado por la propia plataforma o por la marca). Durante la entrega, revisa golpes o precintos manipulados y, si puedes, abre el paquete en vídeo desde el primer corte del cúter. Tras la apertura, verifica que accesorios, manuales y serigrafías coincidan con lo esperado y que el IMEI del sistema coincide con el de la caja. Ante cualquier anomalía, contacta de inmediato con atención al cliente y abre incidencia por escrito con el número de pedido y el vídeo del unboxing.
Hechos como este suelen estar ligados a fraudes puntuales en logística o devoluciones; no implican un patrón de la marca ni del modelo. Aun así, plataformas y vendedores deben reforzar controles (pesos, verificación de sellos, trazabilidad de devoluciones) para que casos tan llamativos no se repitan. Para los usuarios, comprar en tiendas oficiales y documentar el proceso sigue siendo la mejor forma de protección.
¿Has vivido algo similar con una compra online de tecnología? ¿Qué medidas tomas tú para evitar sustos? Te leemos en los comentarios.