11 diciembre, 2025

La situación en las oficinas de San Francisco está que arde, y no es para menos. Sam Altman ha pulsado el botón del pánico —o como lo llaman internamente, un «código rojo»— tras ver cómo su principal competidor les ha comido la tostada en las últimas semanas. Si sois usuarios intensivos de IA, sabréis que el lanzamiento de Gemini 3 por parte de Google en noviembre ha cambiado las reglas del juego, superando en casi todos los benchmarks importantes a los modelos actuales de ChatGPT. Esto ha obligado a OpenAI a pisar el acelerador a fondo.
Según las filtraciones más recientes, que incluyen movimientos sospechosos detectados en aplicaciones como Notion (donde se ha visto un modelo en pruebas llamado internamente «Olive Oil Cake»), el lanzamiento de GPT-5.2 es inminente. De hecho, se rumoreaba para el 9 de diciembre, pero todo apunta a que podría desplegarse en las próximas horas o días. La estrategia es clara: OpenAI no puede permitirse acabar el año 2025 siendo el «segundo mejor», y esta actualización llega con la misión crítica de recuperar el trono que Google les ha arrebatado temporalmente.

A diferencia de la versión 5.0 (que se lanzó en agosto y nos dejó un sabor de boca algo agridulce por sus constantes alucinaciones), GPT-5.2 no busca deslumbrar con nuevas funciones visuales o interfaces futuristas, sino con pura potencia bruta y fiabilidad. El objetivo principal de esta actualización es mejorar drásticamente el razonamiento lógico y la capacidad de codificación, dos áreas donde Gemini 3 ha demostrado ser superior recientemente. Se espera que el modelo reduzca esa «pereza» que muchos hemos notado últimamente, donde el chatbot se negaba a completar tareas complejas.
Además, las fuentes apuntan a una división más clara en la forma de uso: tendremos un modo «Instant» para respuestas rápidas y ligeras (ideal para el día a día) y un modo «Thinking» mucho más profundo. Este último se tomará su tiempo para «pensar» antes de responder, garantizando una precisión mucho mayor en tareas de matemáticas, ciencia o programación avanzada. Es la respuesta directa de OpenAI para demostrar que siguen teniendo la tecnología más puntera del mercado, aunque hayan tenido que sacrificar otras funciones menores (como los agentes autónomos o la publicidad en la plataforma) para centrar todos sus recursos de ingeniería en este lanzamiento.

Este movimiento desesperado demuestra que la época dorada en la que ChatGPT no tenía rival ha terminado. Google ha despertado y sus modelos multimodales nativos están poniendo contra las cuerdas a una OpenAI que parecía intocable. La presión sobre Altman es gigantesca: los inversores y el público tech exigen una respuesta contundente. Si GPT-5.2 no logra superar —o al menos igualar— el rendimiento de Gemini 3, estaríamos ante el primer gran cambio de liderazgo real desde que comenzó la fiebre de la IA generativa.
No estamos hablando solo de un parche de software; estamos ante una lucha de egos y valoraciones bursátiles. OpenAI ha paralizado proyectos secundarios y reasignado a sus mejores ingenieros para asegurar que esta versión 5.2 sea impecable. La comunidad de desarrolladores está expectante, revisando la API cada minuto esperando la liberación del modelo. La pregunta es si llegarán a tiempo para salvar la campaña navideña y, sobre todo, su reputación de líderes indiscutibles del sector.
Viendo cómo Google ha logrado por fin dar un golpe en la mesa con Gemini 3, ¿creéis que OpenAI conseguirá recuperar el liderato con GPT-5.2 o estamos ante el inicio del reinado de Google en la Inteligencia Artificial?
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