17 noviembre, 2025

X, la red social anteriormente conocida como Twitter, estrena Chat, un nuevo sistema de mensajería que reemplaza a los mensajes directos clásicos y que promete conversaciones con cifrado de extremo a extremo (E2EE, «end‑to‑end encryption»), además de llamadas de voz y vídeo integradas. El lanzamiento arranca en iOS y en la versión web, mientras que la aplicación de Android también recibirá la función más adelante, con la migración automática del historial de mensajes al nuevo entorno cifrado.
Con este movimiento, la plataforma de Elon Musk intenta que hablar por X se parezca más a usar una app (aplicación) de mensajería completa como WhatsApp o Signal y no solo como una herramienta adicional para comentar publicaciones. La compañía ya probó un sistema de mensajes cifrados en 2023, pero lo detuvo en mayo para «mejorarlo». Ahora regresa con una arquitectura renovada, aunque con algunos matices relevantes sobre el nivel real de privacidad que se ofrece al usuario.
Say hello to Chat – all-new secure messaging on X.
• end-to-end encrypted chats and file sharing
• edit, delete, or make messages disappear
• block screenshots and get notified of attempts
• no ads. no tracking. total privacy. pic.twitter.com/7dmDEDkYvO— Chat (@chat) November 14, 2025
El cambio más relevante es que las conversaciones y los archivos que se envían por Chat pasan a estar protegidos por cifrado de extremo a extremo, de forma que solo el emisor y el receptor pueden leer el contenido o abrir los adjuntos. Esto se aplica también a los grupos, algo que la versión anterior de mensajes directos (DM, «direct messages») no cubría por completo, y acerca a X a lo que ya ofrecen aplicaciones centradas en la privacidad como Signal o Telegram en sus chats protegidos.
Además del cifrado, Chat incorpora funciones diseñadas para ofrecer más control sobre lo que compartes: mensajes que desaparecen tras un tiempo configurable, edición y borrado de mensajes ya enviados sin dejar rastro visible, bloqueo de capturas de pantalla y notificaciones cuando alguien intenta hacer una captura. Además, se incorporan las llamadas de voz y vídeo, el envío de todo tipo de archivos, la promesa de notas de voz en el futuro, y todo sin publicidad ni rastreo dentro de la propia interfaz de Chat, según ha explicado la compañía.

Aunque el marketing se centra en el cifrado total, hay detalles a tener en cuenta. X reconoce que ciertos metadatos, como quién habla con quién, cuándo se envía cada mensaje o desde qué dispositivo, no están cifrados de extremo a extremo, algo que también sucede en otras plataformas y que puede ser muy revelador sobre tus hábitos de uso. Además, por ahora no hay un sistema para verificar claves o dispositivos, de modo que un ataque de intermediario (ataque «man‑in‑the‑middle») —o un acceso no autorizado desde dentro de la compañía— podría pasar desapercibido para los usuarios.
A diferencia de Signal, cuyo protocolo es público y auditado, X no ha detallado a fondo la arquitectura de Chat, salvo por comparaciones generales con arquitecturas inspiradas en la tecnología blockchain, lo que deja a la comunidad de seguridad sin demasiada información técnica que revisar. Es decir, sobre el papel promete mucho, pero hasta que no se publiquen especificaciones claras será difícil ponerlo a la altura de soluciones ya consolidadas en el mundo de la mensajería segura.
De momento, Chat está activo para la mayoría de los usuarios de iOS y de la versión web de X, y se irá desplegando poco a poco mediante una actualización de la app. En Android, la compañía habla de un lanzamiento «próximo», integrado como una sección más en la barra lateral junto a Inicio, Comunidades o Premium, por lo que bastará con actualizar la aplicación para ver aparecer el nuevo apartado.
En la práctica, Chat quiere que uses X para todo: leer publicaciones, hablar con tus contactos y hacer videollamadas, sin necesidad de compartir tu número de teléfono ni recurrir a WhatsApp, aunque es importante destacar que la app de Meta está trabajando en la integración de los nombres de usuarios. La propuesta resulta prometedora, pero aún está por ver cómo funcionará en el uso cotidiano de los usuarios. El reto será convencer a los usuarios de que confíen en la promesa de privacidad de la plataforma y que migren conversaciones sensibles a un servicio tan ligado a la marca personal y a la exposición pública. Si usas Android, ¿crees que le darás una oportunidad a Chat cuando llegue a la app o seguirás apostando por tus apps de mensajería de siempre?
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