20 octubre, 2025
Un nuevo informe apunta a que toda la familia Galaxy S26 utilizaría el Exynos 2600, aunque no en todas las regiones. La estrategia sería similar a la de años anteriores: Europa y otros mercados recibirían las variantes con el chip de Samsung, mientras que Estados Unidos y China seguirían con Snapdragon. No es oficial, pero el ruido es insistente y encaja con los últimos movimientos de la compañía de cara a 2026.
El contexto ayuda a entenderlo. La serie Galaxy S25 apostó, en todo el mundo, por Snapdragon tras los problemas de disponibilidad del Exynos 2500, pero Samsung ya tendría preparado un salto de nodo a 2 nanómetros para su próximo tope de gama propio. La principal incógnita es el Galaxy S26 Ultra: algunas filtraciones sostienen que también usaría Exynos; otras, que mantendría Snapdragon en mercados clave. En cualquier caso, el calendario de anuncios sigue situado a comienzos de 2026.
Las fuentes coinciden en una distribución por mercados regionales. Se espera que España y el resto de Europa reciban el Exynos 2600 en los Galaxy S26 y S26+, y que Estados Unidos y China mantengan Snapdragon 8 Elite Gen 5. Este reparto ya lo hemos visto con generaciones anteriores y responde tanto a acuerdos comerciales como a las preferencias de los usuarios en esas regiones. En Latinoamérica y Corea del Sur también habría versiones con Exynos, con variaciones según el país.
El papel del Galaxy S26 Ultra es la gran incógnita. Hay informes que hablan de toda la gama con Exynos 2600, y otros que apuntan a un modelo mixto con Snapdragon en algunos mercados. Si se confirma lo primero, sería el primer modelo Ultra en varios años sin un procesador de Qualcomm en Europa y otros territorios. Si se confirma lo segundo, repetiríamos la fórmula mixta con la que Samsung ha alternado durante casi una década.
El Exynos 2600 sería el primer SoC móvil de Samsung fabricado en 2 nm (con tecnología GAA), con claras mejoras en eficiencia y una NPU más capaz para las funciones de Galaxy AI. También se habla de una GPU más rápida y de un módem 5G actualizado. Son saltos lógicos si Samsung quiere competir de tú a tú con Snapdragon 8 Elite Gen 5 y con los chips de Apple.
Como siempre, conviene poner las filtraciones en cuarentena. Hay pruebas internas y pruebas de rendimiento tempranas, pero hasta que no tengamos datos medidos en producto final (temperaturas, autonomía, rendimiento sostenido en juegos y rendimiento en tareas de IA), no se podrá determinar si el cambio resulta convincente. Por ahora, lo razonable es esperar ganancias de rendimiento y mejoras de consumo propias del salto de nodo, con diferencias que podrían notarse especialmente en la cámara, edición y traducción en tiempo real.
Si vives en España, lo más probable es que el Galaxy S26 que llegue a las tiendas lleve Exynos. Eso no tiene por qué ser malo: si el Exynos 2600 cumple en eficiencia y estabilidad térmica, la experiencia será satisfactoria. La clave estará en el Galaxy S26 Ultra: si finalmente apuesta por Exynos aquí, habrá debate entre potencia bruta y equilibrio. ¿Te preocupa el cambio de chip o crees que lo importante es el conjunto (pantalla, cámara, batería y software)? Te leemos en los comentarios.
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