Samsung Gear S2 Sport, experiencia de uso y análisis

Víctor Fantoba

31 octubre, 2015

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Hemos tenido funcionando completamente en nuestra muñeca al nuevo smartwatch de Samsung, el Gear S2, que llega para dar un giro de perspectiva a este tipo de tecnología wearable que tanto está avanzando ahora mismo.

Este giro viene a ser dado principalmente porque pasa a tener un diseño circular acompañado por un bisel giratorio que funciona francamente bien y con el cual han sabido sacarle partido y funcionalidad.

Lo primero que nos encontramos al abrir la caja es el reloj. Justo debajo de él, si levantamos la tapa, encontramos la base de carga inalámbrica imantada y el cargador que irá conectado a dicha base. Además, incluye un juego de correas de talla S, algo más cortas, ya que las correas que vienen puestas por defecto son de talla L.

A primera vista nada más sacarlo de la caja, el dispositivo llama a ser puesto inmediatamente en la muñeca para empezar a configurarse, y más aún porque el diseño de este modelo pasa totalmente desapercibido y demuestra ser un smartwatch marcado por ser tecnología invisible, no es nada robusto, es ligero, y sigue unas líneas y tamaño que hacen esto posible.

Especificaciones

Una de las novedades que vienen con el cambio en este reloj es la de poder usarlo con cualquier dispositivo Android que tenga la versión Android 4.4 KitKat en adelante y además tenga 1.5 GB de memoria RAM. Solo tendremos que descargar una aplicación en nuestro dispositivo, en caso de que no sea Samsung, y comenzar a emparejar el dispositivo en lo que tardaremos menos de 5 minutos. Que por cierto, el sistema operativo que utiliza es el creado por Samsung, Tizen.

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Las especificaciones que incluye el Gear S2 no dejan de ser las que solemos encontrar en este tipo de dispositivos. Procesador de doble núcleo a 1.0 GHz, pantalla super AMOLED circular de 1.2 pulgadas con una resolución de 360×360 que forman una densidad de 302 ppi. Almacenamiento de 4 GB y 512 MB de memoria RAM. Incluye sensores Wi-Fi, Bluetooth, NFC – guiño guiño Samsung Pay– , acelerómetro, giroscopio, pulsometro, luz ambiente y barómetro.

Diseño, la circunferencia premia al estilo

El Gear S2 es el primer reloj con forma circular que Samsung ha fabricado, y no lo ha hecho de cualquier manera, ya que podemos decir que es un reloj bonito, de tamaño perfecto – en mi caso – que no molesta por tener un grosor exagerado -11,4 mm- y que se amolda perfectamente a la muñeca. El modelo que he estado probando es el Sport, pero existe otro modelo apodado Classic que se diferencia básicamente por tener otro anclaje de correas y la por la forma del bisel.

gear s2 En cuanto a materiales, han utilizado una carcasa de metal pulido que realmente es acero inoxidable de grado 316L junto con una correa de elastómero de color gris genial para el deporte o para el día a día convencional.

Lo he sentido cómodo en todo momento y gracias a que no incluye ninguna serigrafia ni marca en él, se camufla perfectamente si lo ponemos juntos con cualquier otro reloj deportivo o del estilo que no sea un smartwatch, y ahí es donde Samsung lo clava, tecnología invisible, ni siquiera los botones de Back y Home desentonan en el diseño.
Si además a esto le incluimos la gran variedad de watchfaces que incluye y la posibilidad de editarlas totalmente al gusto de cada uno, entonces ya es la panacea total.

Sistema operativo, Tizen al poder

Si después de una semana os dijesen que este reloj incluye Tizen como sistema operativo os sorprendería gratamente. Como ya sabemos, las comparaciones son odiosas, y en este caso Tizen se mueve realmente genial y la interfaz ha sido construida de manera que deja a Android Wear a un escalón por debajo, no hay ningún momento de lag y todo es totalmente fluido y rápido.

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Si accedemos a la pantalla principal veremos que el protagonista, sin lugar a dudas, es la pantalla donde se nos indica la hora básicamente entre algún parámetro más. Si giráis el bisel hacia la izquierda accedéis a visualizar todas las notificaciones que tendréis en ese momento, en cambio, si giráis hacia la derecha nos encontramos con las diferentes aplicaciones que hayamos configurado en el orden que hayáis elegido, como el tiempo, calendario, podómetro, control de música, pulsómetro… y las que queráis añadir.

Y ahí sí que nos tenemos que parar brevemente para decir que aún faltan muchas aplicaciones, Instagram, Twitter, en fin, cualquier aplicación básica que nos gustaría consultar en alguna ocasión sin tener que sacar el móvil del bolsillo. Aún así podremos consultar fácilmente las notificaciones, como por ejemplo whatsapp, en la que podremos recorrer toda la conversación y contestar con un dictado – gracias al micrófono que incluye -, con emoticonos o directamente escribiendo con un teclado predictivo que funciona genial en la mayoría de situaciones. En este caso, sí que echo en falta un modo para enviar directamente notas de voz y no dudo en que en un futuro próximo se incluya.

Bisel Giratorio

Llego al punto que más me ha enamorado en este dispositivo. La inclusión de un bisel giratorio que cumple a la perfección su función, se desliza suavemente y responde genial en todo momento. Sin duda ha sido la elección perfecta para la interfaz y poder moverse fluidamente en esta, sea una delicia.

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Debo confesar que incluso cuando he tenido las manos ocupadas he podido consultar cualquier pantalla del Gear S2 con los labios, sí, es raro, pero me ha hecho evitar sacar el dispositivo en más de una ocasión.

Batería, queremos más

El Gear S2 incluye en su interior una batería de 250 mAh que se carga a través de carga inalámbrica con una base imantada. En este caso evitamos entradas micro USB o conector de pines imantados, que por un lado pueden desentonar la estética del dispositivo y por otro lado puede ayudarnos a cargarlo con el mismo cable micro USB que utilizamos para cargar los smartphones. Quizás esto sea un pequeño lastre, ya que tendremos que cargar con la base de carga inalámbrica en cualquier viaje que hagamos.

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Después de estar probandolo durante una semana, los consumos que he tenido ha sido exactamente de dos días de uso intensivo. No pasará una noche por el cargador, pero la siguiente irá fijo. Necesitamos más batería, es algo que llevamos puesto todo el tiempo y debería de durar mínimo una semana para que el tener que quitártelo para cargarlo no interfiera tantas veces en nuestro uso. Aún así, es un punto que interfiere totalmente en la opinión de cualquiera, si dos días te bastan para utilizar un smartwatch, entonces este es tu elección más acorde.

Conclusiones

Está claro que Samsung ha hecho un buen trabajo con el Gear S2, un diseño sencillo, bonito, con una forma circular que se impone a cualquier otra forma de relojes que quieran pasar por ser eso, un reloj y no una feria en la muñeca. No ha desentonado en ningún momento cuando he ido hacer deporte, a clase e incluso a alguna reunión. Incluso ha sorprendido a las personas que me han visto manejarlo con su bisel giratorio, produciendo un gesto de asombro y generando la inevitable pregunta: ¿Qué haces con tu reloj?.

Además la interfaz es lo que más se acerca a la definición de “cómodo” sin saltarse una optimización trabajada por parte de Samsung con su sistema operativo Tizen. Aunque tengo que hacer un alto en los piropos hacia el Gear S2 y pedir más aplicaciones, como he indicado más arriba, echo en falta poder consultar el timeline de Instagram o Twitter en determinados momentos en los que no puedo usar mi smartphone. Será cuestión de tiempo, y puede que más pronto que tarde veamos como la tienda de aplicaciones Samsung adquiere un nuevo frescor con nuevas aplicaciones.

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De otro modo, para quienes les parezca que dos días de batería en uso sea suficiente, tienen una buena opción a tener en cuenta. En mi caso, es algo primordial que este tipo de wearables lleguen a durar unos días más de batería. Aun así es totalmente lógico que en un dispositivo tan pequeño no podamos ver baterías exageradamente grandes y que en un futuro próximo veamos cómo se avanza en este apartado.

¿Me lo compro? la pregunta que muchos de vosotros os estaréis haciendo. Pues sí, me lo compraría. Samsung ha sabido trabajar de una manera genial este concepto de wearable y Tizen junto con el bisel giratorio forman una simbiosis que se traduce fácilmente a comodidad y usabilidad. Puedo ver rápidamente las notificaciones, descartarlas, contestar y evitar sacar el smartphone del bolsillo que al final se traduce en ahorrar batería en éste.

Podréis adquirir este modelo Sport por un precio de 349 €, en cambio, si os decidís por el modelo Classic podréis comprarlo por 379€. La versión Sport la podéis elegir entre dos colores, gris o blanco, el modelo Classic solo viene de un color y tenéis la posibilidad de cambiar las correas por cualquiera que se adapte a él.

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